Los Códigos QR representaron en su momento una fuerte herramienta de conexión entre el mundo online y el mundo offline. En el ámbito del mercadeo, se exploraron ampliamente al incluirlos en empaques, avisos, pendones y piezas POP. Muy a pesar de este esfuerzo, el público no demostró suficiente apropiación en su uso y estos códigos, anteriormente tan comunes, tienden a desaparecer.
¿Qué pasó con los Códigos QR?
Desde hace un par de años, los expertos están comentando y conjeturando el futuro de esta herramienta tecnológica. En general, las conclusiones se podrían resumir en los siguientes puntos:
1. Desconocimiento: por parte de los consumidores que no sabían para qué eran o cómo se usaban. Y, por parte de las marcas que los implementaban solo por su novedad, sin ofrecer al usuario ningún valor añadido por utilizarlos.
2. Complicaciones: aunque suena como algo sencillo, escanear el código es menos intuitivo de lo que inicialmente se pensó. Barreras como la falta de conexión a internet, la disposición de los códigos en lugares de difícil acceso e incluso los códigos erróneos se convirtieron en molestias que los usuarios no están dispuestos a soportar.
3. Hábito: es una ardua tarea motivar a los usuarios a que se apropien de una nueva tecnología. En general, todo lo que implique modificar o crear nuevos hábitos requiere tiempo y educación. Los códigos QR, como muchas invenciones prometedoras, están quedando en el olvido principalmente porque el público no sintió que los necesitara o que les estuviera resolviendo un problema real.
4. Capacidad de memoria en equipos móviles: muchos usuarios consideran que una app les ocupa espacio en el celular y evitan descargar aplicaciones innecesarias, éstas deben ser muy potentes y/o solucionar una necesidad puntual del usuario para que se motive a usarla.
Lecciones aprendidas
Si bien los códigos QR se presentaban como una herramienta idónea para vincular la publicidad convencional con el mundo digital, su desaparición no implica que ambos mundos estén destinados a la desconexión. Al contrario, debemos considerar las lecciones aprendidas para generar campañas que realmente hagan partícipes a los usuarios y generen recordación.
Tendencias como el Street Marketing, el Ambient Marketing o el Marketing de guerrillas, que buscan sorprender al público en lugares inesperados como las calles, paraderos o espacios públicos, pueden ser increíblemente efectivas sin necesidad de invertir grandes presupuestos, pues al final es la creatividad la que genera el impacto deseado. La impresión a gran formato es una aliada indiscutible en estos casos, ya que permite que las piezas sean impresas sobre materiales que se ajustan a cualquier espacio y que soportan condiciones externas.
El código QR puede regresar e incluso alcanzar su auge, sin embargo, lo verdaderamente importante es mantener continuidad en todos los canales que se utilicen, pues tanto en ATL y BTL como en digital, el consumidor debe sentir que la marca le “habla” de manera clara y que busca conectarlo.